Salarios inflacionarios
Agua arriba
La necesidad de los trabajadores es evidente, considerando
que el poder adquisitivo se ha desmejorado de una manera increíble. Este
lamentable fenómeno ha hecho que las familias venezolana estén sumergidas en
una de las crisis más catastróficas desde que muchos tenemos razón de ser y más
la de aquellos que provenimos de clase baja, donde se entendía que teníamos
menores oportunidades y que además supuestamente nos alimentábamos con comida
para cuadrúpedos. Lo cierto es que en esa época estábamos claros que con
estudio y trabajo tendríamos serias y
ciertas oportunidades de prosperar, mensaje que es difícil de vender hoy en
día, pero que sigue siendo una realidad razonable, en el entendido que tarde o
temprano despertaremos de esta pesadilla.
Ahora bien, ciertamente un salario justo, conque los
trabajadores puedan cumplir con necesidades más que básicas es lo ideal.
Soñamos con ello, dado que de esto dependerá que cada pieza del rompecabezas
este bien alineado y encaje a la perfección en favor de la sociedad, dado que
de esa justicia, se sustentará la armonía con la cual podamos coexistir
democráticamente, no viendo el canibalismo como una forma viable de vivir
sobreviviendo, como desafortunadamente estamos observando hoy en día.
Aguas en el medio
La mejora sustancial de sueldos y salarios es justa. Nadie
puede decir lo contrario, dado que no es correcto que familias enteras pasen
calamidades para poder medio comer. El problema está cuando no se incentiva que
los patrones hagan sus labores sin mayores limitaciones que las que las leyes
imponen, dado que con ello se beneficia al trabajador (temporalmente), pero se
mata lentamente al empresariado, lo que terminará generando la desaparición
progresiva de puestos de trabajo. Sin vacantes, no importará que el sueldo
mínimo sean millones de lo que sea, dado que sencillamente no habrá quien los
pague y no importará que se emitan cientos de decretos que obliguen a hacer
cosas que nadie hará.
Debe haber un equilibrio en el cual el trabajador recupere
su poder adquisitivo, hasta el punto en el cual toda persona este en la
capacidad de alimentarse, tener una vivienda digna y fija y pueda obtener
recreación; todo por un sueldo mínimo, y que este se incremente por antigüedad
y/o avances académicos e intelectuales. Pareciese que ese es el mundo
imposible, pero lo cierto es que es el
deber ser al cual hemos renunciado en las últimas décadas, con una
profundización increíble en este cuarto de hora interminable.
Aguas abajo
Los patronos haremos el esfuerzo, tratando de no profundizar
fulminantemente la inflación (como efecto natural ante un aumento salarial), el
trabajador creerá que el aumento le servirá de algo (cuando realmente sigue
estando muy lejos del valor de la canasta básica) y con ello se creará una pequeña tregua que
durará el tiempo que pase entre el cambio del precio de hoy (de todos y cada
uno de los productos disponibles) y el precio de mañana, luego de la
redeterminación de costos. Una vez se presionen los precios (cuestión de
horas), la luna de miel acabará, pero la diferencia estará en que ahora se
necesitará sacar del cajero sacos de bolívares para pagar un chocolate (al que
sea tan derrochador como para hacerlo).
Por otro lado, más un empleador verá el cierre de sus
negocios como una opción, otros verán el mantenimiento de la nómina actual a
muerte (olvidándose de eventuales crecimientos y desarrollos de nuevas
unidades) y algunos otros se sentarán a ver como sus empleados van saltando el
barco para con ello redistribuir tareas y disminuir costos. Algunos pocos
podrán trasladar este aumento al precio y podrán sobrevivir, siempre y cuando
sus clientes también estén a flote en algunos sectores muy privilegiados, que
incluso ante la crisis tienen algo de oxígeno para aguantar. Otros tantos verán
frustradas sus intenciones de iniciar
negocios y verán la migración o el buhonerismo como la mejor forma de vivir en
socialismo. En el ínterin, algunos seguiremos de pie, porque sentimos que cada
lucha debe hacerse y vencerse en la medida de las posibilidades. No querer renunciar
al sueño inicial será la mejor consigna. Hasta la próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/
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