Downsizing
Aguas arriba
En ocasiones tenemos tantos deseos de crecer y crecer que cometemos ciertos errores al configurar nuestros equipos de trabajo, que hacen que lamentablemente nos convirtamos en empresas un tanto pesadas para el tamaño real del mercado donde nos desenvolvemos.
Si bien es cierto que debemos prepararnos para atender esa demanda avasallante -que como buenos emprendedores deseamos tener en el corto plazo-, también es cierto que por culpa de factores endógenos y/o exógenos, dicha avalancha nunca llega, por lo que nuestros niveles de rentabilidad tienden a mermar de manera significativa y con ello, la sustentabilidad del negocio.
Aguas en el medio
Estos problemas pueden ser desde que nos equivocamos en el modelo de negocio, hasta el hecho de que estemos en un país en el cual sea prácticamente imposible poder planificarse razonablemente, producto de constantes modificaciones plus nuevas regulaciones que lejos de simplificar, lo que hacen es complicar el quehacer de un emprendedor.
Cambios en legislaciones laborales son un detonante fulminante que nos obliga a pensar sobre nuestras dimensiones actuales y nos hacen obligatoriamente pensar en rediseñar nuestro negocio.
Algunos lo harán de manera objetiva -analizando funciones y simplificando actividades- y otros lo harán sacando una tijera gigante que arrastrará al que este en el momento menos indicado y a la peor hora del día.
Aguas abajo
Dicha reorganización también puede ser llamada downsizing, aunque a muchos más optimistas les gusta llamarlas rightsizing o rethinking -lo que hace que veamos el vaso medio lleno, en vez de verlo medio vacío-, pero que sin duda alguna sigue siendo el análisis para disminuir fuentes de empleo.
Esto no puede verse desde un punto de vista perverso perse; lamentablemente las circunstancias hacen que las compañías en pro de mantener la continuidad del emprendimiento, se vean en la necesidad de replantear el negocio -si realmente quieren transitar por estos caminos llenos de baches que tenemos frente a nosotros-. El gran problema de hacer esta reorganización de forma acelerada y sin análisis previo, es la pérdida de personal valioso y de la poca segregación de funciones que resulta del hecho de tener un colaborador, donde se necesitan dos –y hasta tres-, lo que hace que necesariamente se pierdan muchos controles que son los que mantienen al negocio lejos de errores que pueden llegar a ser muy costosos.
El simple hecho de pensar en reorganizar una empresa, hace que necesariamente el emprendedor deba replantear horizontes y entender que en ocasiones hay que ser precavido, y seguir atento a fin de encontrar nuevas y mejores oportunidades. Necesariamente lo mejor está por venir. Hasta una próxima entrega. @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/
En ocasiones tenemos tantos deseos de crecer y crecer que cometemos ciertos errores al configurar nuestros equipos de trabajo, que hacen que lamentablemente nos convirtamos en empresas un tanto pesadas para el tamaño real del mercado donde nos desenvolvemos.
Si bien es cierto que debemos prepararnos para atender esa demanda avasallante -que como buenos emprendedores deseamos tener en el corto plazo-, también es cierto que por culpa de factores endógenos y/o exógenos, dicha avalancha nunca llega, por lo que nuestros niveles de rentabilidad tienden a mermar de manera significativa y con ello, la sustentabilidad del negocio.
Aguas en el medio
Estos problemas pueden ser desde que nos equivocamos en el modelo de negocio, hasta el hecho de que estemos en un país en el cual sea prácticamente imposible poder planificarse razonablemente, producto de constantes modificaciones plus nuevas regulaciones que lejos de simplificar, lo que hacen es complicar el quehacer de un emprendedor.
Cambios en legislaciones laborales son un detonante fulminante que nos obliga a pensar sobre nuestras dimensiones actuales y nos hacen obligatoriamente pensar en rediseñar nuestro negocio.
Algunos lo harán de manera objetiva -analizando funciones y simplificando actividades- y otros lo harán sacando una tijera gigante que arrastrará al que este en el momento menos indicado y a la peor hora del día.
Aguas abajo
Dicha reorganización también puede ser llamada downsizing, aunque a muchos más optimistas les gusta llamarlas rightsizing o rethinking -lo que hace que veamos el vaso medio lleno, en vez de verlo medio vacío-, pero que sin duda alguna sigue siendo el análisis para disminuir fuentes de empleo.
Esto no puede verse desde un punto de vista perverso perse; lamentablemente las circunstancias hacen que las compañías en pro de mantener la continuidad del emprendimiento, se vean en la necesidad de replantear el negocio -si realmente quieren transitar por estos caminos llenos de baches que tenemos frente a nosotros-. El gran problema de hacer esta reorganización de forma acelerada y sin análisis previo, es la pérdida de personal valioso y de la poca segregación de funciones que resulta del hecho de tener un colaborador, donde se necesitan dos –y hasta tres-, lo que hace que necesariamente se pierdan muchos controles que son los que mantienen al negocio lejos de errores que pueden llegar a ser muy costosos.
El simple hecho de pensar en reorganizar una empresa, hace que necesariamente el emprendedor deba replantear horizontes y entender que en ocasiones hay que ser precavido, y seguir atento a fin de encontrar nuevas y mejores oportunidades. Necesariamente lo mejor está por venir. Hasta una próxima entrega. @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario