Alianzas estratégicas positivas
Mi madre siempre me decía con tono conciliador: “Dime con quién andas y te diré quién eres”, a lo que yo respondía con tono sarcástico: “Me la pasaré solo”, con lo cual ella replicaba en tono altanero: “Mejor solo que mal acompañado” y yo finalizaba con tono de resignación: “Si tu lo dices, mejor no hago nada”.
Pareciese que esa lección de vida, de escasos dos minutos, es una máxima que se debe aplicar hasta el último suspiro. El establecer alianzas a diestra y siniestra pareciese que no está alineado a la coherencia que debe tener una organización. Si lo lleva al contexto personal, estoy seguro que a nadie le gustaría estar al lado de alguien perseguido –justamente- por la justicia, por lo que de igual forma, a ninguna organización debe gustarle que pongan su logotipo al lado de una organización de dudosa reputación.
Aguas en el medio
De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española, la Alianza se define como: i) acción de aliarse dos o más naciones, gobiernos o personas; ii) pacto o convención, iii) conexión o parentesco contraído por casamiento, iva) anillo matrimonial o de esponsales y v) unión de cosas que concurren a un mismo fin.
Como verán, la palabra alianza está unida a circunstancias muy serias como lo son las relaciones entre gobiernos, entre personas –incluso el matrimonio- y por sobre todo con uniones que tienen un fin común, por lo que si usted no tiene un fin común con alguien, es imposible que usted piense siquiera un instante el tener una alianza bajo condiciones sin sentido.
Aguas abajo
Ahora me voy con la palabra estrategia, la cual es definida como: i) arte de dirigir las operaciones militares; ii) arte, traza para dirigir un asunto y iii) un proceso regulable, conjunto de las reglas que aseguran una decisión óptima en cada momento. Siendo así, está muy claro de la seriedad que involucra el querer hacer una alianza estratégica a lo cual debo sumarle positiva, que no es más que hacer algo con el bien por delante, sin deseo alguno de conseguir una victoria a cuenta de un derrotado, sino con el único objetivo de unirse con un objetivo común, con un plan definido para obtener un resultado que redunde en bienestar.
Pienso que si usted desea hacer una alianza estratégica positiva, hágalo con el objetivo de colaborar en temas esenciales como la salud, educación y el deporte. De esa forma, las organizaciones darán un aporte positivo a la sociedad, mientras demuestran su interés por un mejor porvenir. Busque alianzas, que sean estratégicas y que además sean positivas. Hasta una próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/
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