No monetarios
El efecto fiscal que se estará produciendo en este ejercicio
por la adquisición de activos no monetarios podría ser más que significativa
para las entidades que tuvieron la capacidad económica de invertir en bienes de
capital de forma masiva, dado que la inflación esperada es considerablemente
alta para el ejercicio fiscal que terminará el 31 de diciembre de 2014, lo que
se traducirá en una ganancia para fines de la determinación del impuesto sobre
la renta y un eventual mayor pago de impuesto sobre la renta, si fuere el caso.
Ahora bien, desde el punto de vista de negocio, el que lo
haya hecho apalancado en financiamiento bancario, gozará del beneficio de tener
un tasa de interés muy inferior a la inflación, por lo que intrínsecamente habrá
materializado un gran negocio al comparar el costo de mercado de sus activos
nuevos, con respecto a la deuda que mantendría con los bancos en cuestión. Esto
sería una situación vista solo en países con amplias distorsiones, dado que
normalmente la inflación y las tasas de intereses son igual de bajas.
Esto solo se circunscribe a un análisis relacionado con la
generación de rentas para fines fiscales y no para el mejoramiento del
resultado contable de una entidad para efectos de reporte en favor de sus
usuarios, dado que si se mira desde esa óptica, el haber cambiado activos
monetarios por activos no monetarios, obviamente generará una situación
financiera alentadora y más si por obligaciones corporativas debe reportar sus
resultados en moneda extranjera.
Aguas en el medio
Por otro lado, el cerrar con inventarios altos también
tendrá una incidencia interesante de evaluar, aunque en ese particular pudiesen
haber algunas entidades que dadas las circunstancias actuales puede que les sea
complejo poder adquirir inventarios en el último trimestre del año. Para el
caso de empresas que expenden productos perecederos, el mejor enfoque será el
tratar de soportar el vaivén de los últimos meses, con los inventarios mínimos
requeridos para cerrar el ejercicio, y no ver castigada aún más su situación
financiera, plus regulaciones a nivel de costo.
No es para nada sencillo cumplir este tipo de estrategias en
una época tan compleja y bajo condiciones tan particulares, por lo que los
grandes beneficiados serán los que se encuentren en sectores con poca
dependencia a mercados regulados y que además hayan tenido la fortuna de poder
planificar aspectos tan peculiares como su cierre fiscal (en cuanto al mes de
cierre) y las posibilidades de adquirir bienes y servicios bajo condiciones más
convenientes e incluso con una perspectiva más abierta en cuanto a la no
necesidad absoluta de tener activos inoperativos, solo por el hecho de haberlos
adquirido para proyectos específicos.
Aguas abajo
Para este trimestre del año, se hace fundamental poder hacer
análisis de nivel, con el objetivo de proyectar el impuesto sobre la renta que
corresponderá pagar para marzo próximo, habida cuenta del hecho cierto que cada
vez los recursos tienen más valor y es imprescindible tomar acciones que
permitan dar correcto uso a dichos recursos.
En los actuales momentos no tiene sentido financiero
mantener activos monetarios disponibles que no agreguen valor a nuestros
negocios, por lo que lo más importante es tomar decisiones orientadas a
resguardar las posesiones.
No importa el tamaño del negocio. No importa que sea grande
o pequeño. El impacto será proporcional a las dimensiones de los negocios y sus
socios, por lo que cada caso tendrá la importancia que cada quien le ponga
desde su trinchera. Hasta una próxima entrega. @wlagc
http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/
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