Haciendo negocios
El doing business es una herramienta empleada por el Banco
Mundial con el fin de darles a inversionistas y demás interesados un vistazo de
la forma como se hace negocios en el mundo.
Obviamente habrá jurisdicciones que sientan que sus intereses son de una
u otra forma vulnerados, al salir con resultados poco alentadores y que dan una
idea de inseguridad a aquel que desee invertir de forma directa o indirecta.
Ahora bien, para otros países es un perfecto ambiente para
hacerse publicidad eficiente de que están haciendo las cosas bien, por lo que
con ello contribuyen en mejorar su reputación y las posibilidades de seguir
haciendo más y más negocios que generen riquezas al país y a los particulares
que apuestan por beneficios en el corto, mediano y largo plazo.
Este proyecto comenzó en el año 2002, por lo que su trajinar
ya suma más de una década, en la cual se ha ido perfeccionando la técnica para
elaborar dicho ranking. Este test se realiza a más de 189 jurisdicciones a
nivel mundial, donde se evalúan 10 puntos de suma importancia. La evaluación de
cada punto le permite a las jurisdicciones, la creación de un mapa de tareas
que pudiésemos permitirles mejorar. El que vea el vaso medio lleno y no medio
vacío sabrá que cada advertencia puede ser una oportunidad para ir avanzando en
el ranking. De hecho, cuando observamos año versus año, nos damos como muchas
jurisdicciones hacen su tarea y logran mejorar de a poco, pero de forma
consistente, lo que garantiza que poco a poco se irán haciendo tan competitivos
como deseen.
Aguas en el medio
Por otro lado, tendremos las jurisdicciones que más bien se
hundan más y vean esto como una crítica perversa y una confabulación
interespacial que lo único que busca es acabar con el resurgimiento de una
nueva forma de hacer las cosas, en ocasiones con un tono hasta poético y
romántico. Lo cierto es que los países avanzan con hechos concretos y no con
tonadas.
En este listado salimos muy poco favorecidos. Somos el
número 182 (de 189) y en algunos tópicos casi nos llevamos los honores de ser
los últimos. Por ejemplo, en materia tributaria ocupamos la casilla 188 (solo
después tenemos a Bolivia), lo que demuestra que nuestro sistema tributario es
prácticamente el peor de todas las jurisdicciones evaluadas, estando incluso
peor que países que están atravesando problemas bélicos. Esto sin duda es un
punto para reflexionar e identificar porque estamos en una situación tan
desventajosa, que sin lugar a dudas tiene que poner a dudar a cualquier
inversionista que desee poner su dinero en nuestro país.
El desorden tributario que tenemos desde hace más de una
década, con múltiples sujetos activos, amplios poderes para los entes
fiscalizadores, retardo administrativo, complicación para el cumplimiento y
poca estabilidad jurídica gracias al constante cambio de la normativa, crean
las condiciones perfectas para que cualquier cosa pueda ocurrir.
Aguas abajo
Es cierto que los inversionistas de verdad parten de la
premisa cierta de que a mayor riesgo, mayor beneficio, pero en ocasiones es
bastante cuesta arriba poder arriesgar tanto sin saber si los frutos se verán
en algún momento.
Durante mucho tiempo se han logrado conquistas de todo tipo
por parte de la humanidad, hemos incluso llegado hasta la luna y la tecnología
cada vez nos lleva a hallazgos más increíbles. El problema está en que la
cultura de esta parte del mundo disfruta el cometer de forma sistemática los
mismos errores una y otra vez sin descanso. El esperar que el doing business
2015 nos dé una mejor ponderación solo depende de nosotros como nación y de las
decisiones que tomen los que nos gobiernan. Hasta una próxima entrega @wlagc
http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/
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