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Opinión



domingo, 21 de junio de 2015

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guayana N° 205

Calidad académica

Aguas arriba


Una de las principales virtudes de los países desarrollados es la calidad de educación universitaria que ofrecen a sus ciudadanos y visitantes extranjeros. Con esto se logra lo obvio, dado que construyen una sociedad formada para hacer que las cosas pasen de forma sistemática y técnica. La educación no se construye desde una base amplia, creando muchas instituciones con mala educación, lo que se resume en un gran país de mediocre, si no por el contrario han ido construyendo desde la base universidades que se van expandiendo el tiempo, acompañando el crecimiento con calidad para todos.

Luego esto se va expandiendo por medio de inversión privada y pública y se logra la tan ansiada masificación de la educación para todos, con un sentido serio de la calidad total. No vale de nada tener millones de oportunidades de estudio, si todas son deficientes, generando así una generación de idiotas que no aportarán absolutamente nada a la colectividad.

En Venezuela contamos con ejemplos de calidad como lo son la Universidad Católica Andrés Bello (de la cual formo parte), la Universidad Metropolitana, la Universidad Central de Venezuela y la Universidad Simón Bolívar, por solo nombras algunas, las cuales forman del ranking latinoamericano de forma consistente, lo que debe causarnos satisfacción, dado que sabemos que muchos trabajan en condiciones adversas.

En mis años universitarios, mi alma mater (Escuela Nacional de Administración y Hacienda Pública) de la cual me siento profundamente orgulloso, ofrecía no solamente calidad académica, dado que nos daban una formación ciudadana y crítica de las mejores, haciéndonos sentir protagonistas de un futuro que se quedó corto.

Aguas en el medio

Esa tan ansiada educación de calidad puede verse en diversos países. Como ejemplo puedo nombrar un reciente caso que estuve discutiendo entre amigos,  en el cual Alemania se convertía en nuestro centro de admiración por las cosas que hacen y logran en pro de crear una sociedad formada y equilibrada en lo intelectual como hace unos años sentíamos que éramos  (era muy común ver en Venezuela a estudiantes extranjeros estudiando en nuestras mejores universidades).

En el caso alemán en cuestión, leíamos con entusiasmo sobre los programas gratuitos que tienen en inglés para extranjeros con el nivel profesional suficiente como para poder hacer estudios de pregrado y postgrado. Las cosas más interesantes son la gratuidad, la posibilidad de ser becado, el plus de hacer el grado en inglés (con la obligación moral de aprender el alemán) y tener una luz en el camino para emprender proyectos con el aval del estado alemán. En términos prácticos todo un sueño para cualquier persona con deseos de formación y la vista puesta en el emprendimiento serio y sacrificado.

Por supuesto, algo malo y engañoso debe haber en la oferta, pero para saberlo obviamente hay que vivirlo, por lo que las limitaciones cambiarias se convierten en obstáculo para continuar la formación profesional de tantos venezolanos de nivel y con ganas de aprender, para luego aplicar en casa.

Aguas abajo

Cualquiera pudiese decir que es una oferta engañosa. Ser extranjero (o incluso local) y recibir educación gratuita y ser en algunos casos becado suena a que alguna mano negra debe estar metida. Lo cierto es que según estudios que han llevado a cabo, una importante cantidad de estudiantes, permanece en Alemania por un tiempo interesante, convirtiéndose en contribuyente y devolviendo a través de impuesto lo que disfruto a nivel universitario.

De igual forma, estadísticamente también está visto que muchos diseñan emprendimientos rentables que dan fuente de empleo a otros, generando un efecto multiplicados aún más interesantes, por lo que concluyen que dar educación de calidad es la mejor inversión en el corto, mediano y largo plazo. La ignorancia solo crea una generación de gestores, “bien cuidado” y “tírame algo”.


La formación académica de calidad es fundamental para poder salir adelante en lo económico, político y social. Esto se debe unir a fuertes valores familiares (honestidad, ética, trabajo duro, entre muchos otros) para poder generar un ciudadano de clase mundial y no un pelele confeso. Para ello debemos seguir trabajando desde la academia y en casa. Hasta la próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/

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