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Opinión



lunes, 16 de octubre de 2017

Liderazgo

Aguas Arriba

En cualquier entorno, es sumamente importante la "insistencia inteligente"; todo con el objetivo de alcanzar objetivos estratégicos, entendiendo que para ello, el liderazgo forma parte fundamental en la ecuación gerencial. Indudablemente, visualizar el liderazgo con toques de autocracia o de democracia dependerá de los actores y del momento que se esté viviendo. En las primeras de cambio es complejo decantarse por una u otra, más cuando observamos que los resultados no han sido los esperados bajo la modalidad que se esté empleando.

Intangibles como la fuerza de voluntad y el empoderamiento de los actores, vienen a ser unas de las tantas habilidades que deben tenerse en el portafolio, para con ello poder ser efectivos, tratando siempre de tecnificarse y con ello ir validando temas neurálgicos de cada proyecto. La coherencia es clave, de lo contrario, es mejor considerarse parte del rebaño y no de la cúpula. De ser así, es deber dejar pasar a los que sí tienen los dones divinos necesarios para ejecutar cualquier empresa, por difícil que parezca.

Aguas en el medio

Al percibirse como "líder", automáticamente se pretende encuadrar toda acción dentro de un estereotipo; lo más importante será encuadrarse dentro de una estrategia, dado que ella marcará los tiempos para ser más o menos incisivos con los equipos de trabajo o personas alrededor. Todo esto sigue estando enmarcado en los objetivos del negocio y en las necesidades individuales de nuestros colaboradores o seguidores para los casos sociales y políticos que tanto abundan en el hoy. La clave está en que la visión del líder debe estar afinada con la misión del todo; es decir, si no sabemos el rumbo, no es posible encantar serpientes para que bailen al ritmo de la flauta.

Si bien es cierto que para lograr objetivos se debe pedir (y ofrecer) eficiencia y profesionalismo, también es cierto que debe cimentarse una cultura (organizacional, social, política, etc.) que brinde unas bases serias de lo que se es y de lo que se pretende ser en un tiempo finito. Debe haber honestidad y ética en esto, para que con ello la coherencia sea el punto principal en la agenda (vuelve a aparecer la coherencia dentro de la ecuación).

Aguas abajo

La visión holística y del detalle permitirá que el líder (advertido) entienda que debe ser de todo un poco, que debe tener clara la misión, que debe entender lo general, pero que también debe ir al detalle. ¿Suena complejo?, pues lo es, no todos naces para liderar.

Estas visiones y estrategias se pueden entender muy bien si aplicamos las técnicas conocidas para identificar fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas, para con ello crear planes de contingencia que sigan posicionando a líderes y grupos en el terreno que se plantea, de lo contrario, los resultados serán siempre malos.

Dimensionar las victorias y derrotas, dará indicios de lo que se está haciendo bien y mal. Lamentablemente, el hombre como especie normalmente tiene intereses de cada situación y es bastante difícil complacer al líder y a su alter ego.

Conclusiones, cada quien debe buscar el líder que hay dentro y en función a ello llevar a puerto seguro a sus dependientes (colaboradores, familiares, amigos o extraños). Es imposible que un puñado de personas sean las encargadas de llevar a una multitud a tierra prometida, más aun cuando no se logra ver vestigio en el firmamento.

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