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Opinión



domingo, 23 de agosto de 2015

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guayana N° 214

Escasez

Aguas arriba


Es indudable el hecho de que la escasez es el problema por excelencia que debe ser sorteado por las naciones para poder ser prosperas y eficientes.  Obviamente es poco probable que una nación pueda satisfacer con producción interna toda la demanda de bienes y servicios que tenga la sociedad, por lo que se hace fundamental poder identificar las ventajas competitivas y en función a ello crear estrategias globales que permitan el intercambio de productos de la misma calidad y competitividad. Esta estrategia no puede ser ideológica, dado que ello pudiese de una u otra forma nublar el correcto desenvolvimiento de las condiciones de la operación, perjudicando a una o ambas partes. Este quizás es una fuerte traba que en el pasado fue muy difícil de sortear y que hoy en día solo algunos miopes de profesión adoptan.

Las ventajas que tiene Venezuela son importantes en distintas áreas; no obstante, es muy poco lo que se ha logrado concretar en áreas tan influyentes como lo son la agricultura/ganadería, tecnología, recursos minerales ferrosos/no ferrosos y sus derivados, así como la manufactura en general de productos terminados (permítanme obviar al turismo en esta ocasión). Esto sin contar, que nuestra ubicación geográfica hace sencillo el traslado de bienes a cualquier parte del mundo, por ser nada más y nada menos que la puerta de América del Sur.

La escasez que hoy en día azota a las naciones se da principalmente cuando existen estados que no cuentan con un desarrollo interno que les permita mantener una balanza de bienes disponibles para exportar, versus los bienes que necesita importar (por las razones que sea). A simple vista hablamos de un país que no tiene recursos naturales, no cuenta con ventajas competitivas de otra índole y además de eso no tiene mano de obra calificada que permita agregar valor, producir, satisfacer la demanda interna y exportar.

Aguas en el medio

El escenario de países que no cuentan con ventajas dadas por la providencia es innumerable. No todos los países cuentan con reservas importantes de oro, hierro, petróleo y tierras fértiles para la siembra, pero si cuentan con gobiernos dispuestos a generar trabajadores enfocados a procesarlos, transformarlos y crear nuevos caminos que permitan generar esa estabilidad tan importante entre lo que se necesita y lo que se vende a otras naciones.

Hay otros que crean sus oportunidades en el camino, dado que entienden claramente que las posibilidades son escasas y deben aprovechar lo poco o mucho que tengan, teniendo resultados impecables para el colectivo.

Lo peor es que los países que cuentan con recursos y materia prima en cantidades industriales, tienen como contrapartida a personas con valores escasos y prácticas terribles que cultivan la corrupción, la decidía y las individuales, aderezadas con otras hierbas  tan o más peligrosas que las anteriores, por lo que pareciese que su principal maldición es contar con dadivas de la naturaleza en cantidades superiores a las necesarias.

Aguas abajo

Todo esto hace que además de escasez de bienes para la colectividad  tanto importados como producidos localmente, se suscite una fuerte escasez de ideas coherentes y lógicas, por lo que la parte de la sociedad productiva termina creyendo que vive en un mundo paralelo sin sentido alguno, en una suerte de tragicomedia existencial, donde todo lo que parece no es y viceversa.

La escasez no solamente es el resultado de la falta de bienes suficientes para satisfacer necesidades colectivas, dado que también puede ser la cantidad limitada de posibilidades de nivel para poder engrandecer una sociedad.

En lo académico, y como un ejemplo más, si las instituciones son de bajo nivel en promedio y solo algunas tienen características suficientes como para formar profesionales con contenido, también se genera una ofensa ante las masas, dado que se limita la calidad de educación para un colectivo. No es culpa de las pocas universidades que dan buen nivel educativo, es culpa del Estado que con mediocridad forma al resto. En este caso no solamente se genera de forma advertida o inadvertida escasez de oportunidades formativas, si no escasez en profesionales dispuestos a romper paradigmas e ideologías que se dediquen objetivamente a cumplir el rol técnico que les corresponde desde la posición en la cual se encuentren y aporten al resto de los sectores.


Con todo esto, sin duda alguna se crean brechas gigantescas y lo único factible es volver a la era de la caverna y empezar a hacer trueques entre lo poco que tengo yo y lo poco que tienes tu (en el mejor de los casos) o el negocio poco ético de aprovecharse de la necesidad ajena por medio de la venta de bienes a precios imposibles de manejar donde se benefician pocos, en detrimento del resto. Hasta la próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogsopot.com/

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