De
salida
Aguas
arriba
Es
mejor andar solo que con compañía inconveniente; preferible tener negociaciones
cerradas y directas que colegiadas con distintos actores en simultaneo; es
preciso embarcarse solo en negociaciones focalizadas y estratégicas; las
fronteras tienen que estar tan cerradas como sea necesario y conveniente; no es
ideal hacer negocios con entes, personas o naciones incomodas; los grandes con
los de su tamaño, y los pequeños en lo propio; la defensa a ultranza de la
soberanía es lo principal para el fortalecimiento de las instituciones, así eso
incomode a una región o incluso al mundo entero.
Estas
pueden ser solo algunas de las afirmaciones que pudieron hacer los ciudadanos
pertenecientes a la Gran Bretaña al momento de plantearse salir de la Unión
Europea, estatus con el que realmente la mayoría nunca se sintió totalmente a
gusto, dado que informalmente afirmaban no ser europeos, sin contar que nunca
adoptaron al Euro como moneda de uso principal en su territorio, prevaleciendo
la libra esterlina. Esto es algo que podía palparse con mucha naturalidad al
transitar sus principales ciudades, aun cuando ciertamente también existe un
grueso de la población que vio con buenos ojos el intercambio cultural y
comercial dado que indudablemente contribuyó en prosperidad para los
involucrados.
Llamar
europeo a un segmento británico podía servir de ofensa, por lo que no es para
nada sorprendente ver como se han ido desarrollando los hechos, habida cuenta
que en lo más profundo de su ser, nunca se sintieron parte de la zona Euro, más
si han tomado ventaja cierta de muchos de los beneficios.
Aguas
en el medio
Desde
hacía tiempo se escuchaban rumores de emancipación (aun cuando no sea el mejor
término). También suenan los escoceses y los catalanes (Cada uno, en sus
perspectivas y proporciones) quienes sienten, y con ello afirman fervientemente,
que serían más fuertes y sólidos si logran soltar los amarres que los atan a
Reino Unido y España, respectivamente. Discutir eso con datos duros es
complejo; no obstante, cada nación seria conoce sus ventajas y en función a
ello hacen sus planes a futuro.
En
el 2013, David Cameron planteó la posibilidad de abrir la puerta a un
referéndum, a fin de que los británicos diesen su opinión sobre la posibilidad
de salir de la Unión Europea, dándose luz verde en el 2015 a través de la
Cámara de Comunes. En el 2016 se desarrolla todo el proceso que termina
materializándose en fecha 23 de junio, gracias a la afluencia de votantes
dispuestos a poner sobre la mesa las cosas positivas y negativas que habían
visto producto de esta increíble integración.
Aguas
abajo
El
resultado es interesante. El 51,9% de los votantes optaron por salir, mientras
que el 48,1% fueron partidarios de permanecer. Acto seguido, Cameron renuncia a
su cargo de primer ministro y se entra en una zona desconocida para propios y
extraños. Esto generó dimes y diretes sobre las cabezas visibles para liderar
la negociación que generará la salida de la comunidad Europea y suben a la
palestra diversos funcionarios dispuestos a asumir el rol, mientras que la
opinión pública se mantiene fuertemente dividida ante semejante situación.
Discusiones
incesantes entre el actual liderazgo, la Cámara de Comunes y la Cámara de Lores
hace que sea difícil entender que tan doloroso será este proceso, donde la
mayor preocupación está enfocada en dar condiciones justas a los ciudadanos
comunes, empresas y oportunidades de negocio, ante las posibles limitaciones y
restricciones que realizará el Reino Unido a sus vecinos. A todas estas, el 16
de marzo fue activado el Artículo 50 del Tratado de Lisboa, lo que da comienzo
a las negociaciones con Bruselas, quienes será el motor que terminará de
llevarlos fuera de la Unión Europea.
En
Suramérica no se ha llegado a la Gran Colombia, y pareciese que esto es una
verdadera utopía considerando que los gobiernos de este lado del mundo cada día
se ven más desarticulados y desordenados, por lo que se hace improbable que se
hagan ensayos de dicha naturaleza. Solo algunos han podido aprovecharse de
pocos beneficios que otorga MERCOSUR, UNASUR y tantas otras alianzas que por
momento pareciesen ser solo fachadas para justificar reuniones sociales donde
pocos brindan y comen a places, mientras sus países se sumergen en las
desigualdades. Hasta la próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/
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