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Opinión



domingo, 6 de abril de 2014

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guayana N° 142

Motivación empresarial 

Aguas arriba 

Hace un par de décadas, vi con mucho interés fuertes problemas de dumping que generaron en Venezuela serias distorsiones a productores locales, que veían con asombro como transnacionales e importadores locales, colocaban en el mercado una gama de productos con precios de venta muy por debajo de los valores de costo que manufactureras nacionales tenían que erogar para producir bienes incluso con menor calidad.

Esto obviamente generó un gran desincentivo y debilitamiento del -ahora nuevamente popular- "hecho en Venezuela", que sin lugar a dudas es el motor necesario en cualquier momento de la historia para generar prosperidad. No hay país en el mundo que se puede hacer el espectador en un ambiente tan competitivo como el que vivimos. No solamente hay que hacer más, hay que ser mejores.

Aguas en el medio 

Mucha gente veía ese lema con orgullo, mientras que otros tantos lo veían como sinónimo de mala calidad, por los esfuerzos y sacrificios que debían hacer las empresas para estar por debajo de los precios de bienes foráneos. Ciertamente el empresariado tiene el conocimiento y pulmón para hacer grandes proyector, pero si existe “saboteo” por parte de entes reguladores, no queda mucho margen de maniobra.

Esto paulatinamente se fue solucionado mediante mecanismos antidumping que lograron como resultado que los precios extranjeros no fueran tan atractivos y se volviesen en una suerte de productos suntuarios,  donde sólo unos pocos podían demandar bienes con dichas características -algo que puede ser común en cualquier latitud-, dando así empuje a la producción local.

No es momento de analizar si la decisión es sabia no, el tema es que cada país debe velar por el crecimiento de la producción local. Obviamente esto está atado a la confianza que pueda existir entre las partes. No se puede obligar a producir, si no existe un mensaje claro, sincero y legal.

Aguas abajo 

Ahora bien, pasa el tiempo y más bien nos hemos dedicado a importar de forma masiva y la exportación la hemos dejado como una anécdota que se cuenta frente a un grupo de personas más jóvenes que el interlocutor, como el que cuenta lo divertido que era volar papagayos en esta época del año sin que nada te perturbara o peor aún, cuando decimos que en alguna época una lata de leche golpeada no se la llevaba nadie del supermercado.

La producción local ha disminuido sensiblemente y ha sido sustituido por la importación masiva, siendo obviamente mucho más sencillo hacer un pedido que diseñar un proceso productivo, lo que verdaderamente es una lástima puertas adentro.

Normativas laborales extremadamente proteccionistas, control del cambio que sigue privando la repatriación de beneficios, poca claridad sobre medidas que sean consistentes en el tiempo y que llenen de seguridad jurídica a nuestro entorno, pocos beneficios de corto, mediano y largo plazo y un cerco burocrático que hace que constituir una compañía que cumpla con todas sus obligaciones es sólo una mera ilusión, atentan directamente contra la generación de progreso tan anhelado por todos los que seguimos trabajando 24/7 para generar bienestar. Hasta una próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/

Foto: Puerto Ordaz, Estado Bolívar - Venezuela

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