Consistencia
Aguas arriba
La imposibilidad de tener acceso a divisas de forma
consistente, aunado al hecho de la subestimación a la producción nacional de
forma constante tanto de productos terminados, como de materia prima para darle
continuidad a bienes finales, es una fórmula desafortunada que contribuye
sensiblemente a la caída libre del aparato que teóricamente debe generar
bienestar, por medio de la creación de empleos de calidad y productos con alto
valor agregado, que puedan incluso considerarse para ser colocados en mercados
foráneos y con ello generar divisas.
Me gustaría decir que es la única fórmula que se
requiere, pero realmente no es así, dado que se necesita una alta dosis de compromiso
organizacional por parte de los colaboradores y mayor sensibilidad por el lado
de ejecutivos y dueños de empresas, que deben entender que su principal recurso
es y será su gente, por lo que debe ser valorado y respetado, en la misma
medida que estos valoren y respeten a las personas que fundan negocios por
medio de capital e ingenio, asumiendo riesgos que pocos entienden.
En el primer punto, se necesita de gente que conozca su participación y labore con todo el empeño
por contribuir en la obtención de metas. Gente con mística y compromiso
organizacional para poder defender sus puestos de trabajo y la producción de
calidad. Por otro lado se necesita de empresarios honestos que deseen
conectarse con sus colaboradores, que caminen por los pasillos y que se hagan
sentir no solo en lo estratégico si no en lo humano. Por último, un estado
atento pero que entienda que debe dar espacios para que los particulares hagan
negocios de forma eficiente y con perspectivas de futuro; un estado que no
propicie que las empresas cierren, si no que genere condiciones para que todos
tengan oportunidades de recuperarse en situaciones complejas y que con ello se
haga una alianza seria entre todos los involucrados.
Aguas en el medio
Probablemente, en ciertas circunstancias puede que exista
una suerte de saboteo colectivo, donde los empleados prefieren ser
displicentes, los patronos extremadamente duros en la forma como manejan sus
negocios y el estado se convierte en un ser supremo, olvidando que es el
empleado número uno (contratado por los contribuyentes) y no un pseudo reinado.
En estos supuestos, la probabilidad de fracaso es gigantesca y hace que este
sea un evento a la vuelta a la esquina.
Revertir estos escenarios no es sencillo, pero
considerando que han habido casos históricos aún peores, es solo cuestión de
tiempo para que algunos eruditos de cada sector entiendan que la única forma de
obtener progreso es sencillamente fomentando el trabajo en conjunto como fuente
primigenia para generar beneficios.
Históricamente, hemos estudiado como se han desarrollado crisis
y la manera como se ha logrado salir de ellas, siendo complejo poder determinar
con total exactitud la razón por la cual las mismas nacen y perduran. Se ve con
claridad que las razones son dadas por la sumatoria de muchos elementos que
influyen. Entre ellos tenemos principalmente las asociadas a malas decisiones
por parte de los estados, siendo éstos los que fundamentalmente dan la ruta a
seguir para el resto de los habitantes de cada jurisdicción.
Aguas abajo
Todo apunta que para salir de profundas crisis se debe tener
en cuenta que la globalización es un elemento de suma importancia para entender
los patrones de consumo de los vecinos y la capacidad de agregar valor que
podamos tener como nación. Luego de esto, se requiere de un enfoque gerencial
para el manejo de recursos financieros y la captación/formación de funcionarios
públicos con cierto nivel, que puedan interactuar con el sector privado de
forma asertiva y no sesgada, tratando de fomentar relaciones igualitarias entre
las partes, partiendo de la premisa de que ambas partes tienen el mismo norte.
Si todo se hace de forma concatenada con el ordenamiento jurídico,
donde de cierta forma se generen condiciones de respeto que no tengan como
objetivo perjudicar el emprendimiento
como fuente inicial para crear valor, por medio de sanciones y acciones
contrarias a las leyes de la economía, puede que se aúpe el hecho de que es
posible hacer negocios lícitos, sin mayores limitaciones.
Aparte de eso, el tema de tasas de interés, financiamiento,
beneficios fiscales, libre convertibilidad y un dialogo abierto y sincero harán
que inversionistas extranjeros (y locales en el exterior) sientan que sus
capitales serán rentables y respetados puertas adentro, por medio de
condiciones abiertamente favorables y no supeditadas a líneas específicas que
en ocasiones pueden considerar hasta contrapuestas.
Pareciese que todavía no hemos iniciado ese camino, por lo
que resta seguir haciendo esfuerzos individuales. Hasta la próxima entrega
@wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/
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