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Opinión



domingo, 27 de noviembre de 2016

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guayan N° 280

Seguridad Jurídica

Aguas arriba

La seguridad jurídica es clave para cualquier ciudadano que haga vida en el país. Lamentablemente, cuando
miramos con asombro la situación que se está padeciendo, se hace extremadamente complejo mirar el futuro con mediano optimismo, más cuando vemos que sistemáticamente se van cerrando puertas que fácilmente pudiesen estar abiertas de par en par en favor de todos los que hacemos viva dentro de estas fronteras, sin siquiera importar ideologías políticas o niveles socios económicos. La situación es más compleja aun, dado que todos (en igual, mayor o menor medida) estamos siendo afectados de  forma evidente y consistente.

El simple hecho de que sea prácticamente imposible constituir una compañía, importar, exportar, adquirir divisas, pagar impuestos, tramitar un documento ante cualquier ente público (e incluso pasa con privados) o sencillamente hacer la actividad que nos plazca, invita a   cualquiera a evaluar (con sobrada razón) sobre su estatus  en un ambiente tan adverso, dado que todo termina teniendo unos niveles de incertidumbre gigantescos, sin siquiera tocar los temas de seguridad personal y la declarada guerra que estamos viviendo para poder satisfacer necesidades básicas y elementales.

Aguas en el medio

La opacidad de la información financiera, sobre los indicadores de inflación, PIB, producción petrolera y un interminable etcétera, inquieta a todos los que estamos involucrados con la cotidianidad del país. No es un asunto relacionado con el cálculo de una insignificante reexpresión o un obligado cálculo de ajuste por inflación fiscal; es el hecho de que esos datos son claves para poder tratar de comprender medianamente el comportamiento de la economía en los actuales momentos, cuando pareciese que todo se está cayendo a pedazos y que es prácticamente imposible vivir en condiciones medianamente  aceptables, donde lo cotidiano sea la trivialidad propia dela vida y no las declaraciones de políticos éticamente comprometidos que se niegan a tomar un avión, escaparse de todo y terminar sus vidas en una isla del caribe con todos los gastos pagos.

Sencillamente, la necesidad de poder desmontar el control cambiario, una apertura seria y honesta para con todos los empresarios (no solo con los amigos), una reforma tributaria que entienda que primero debe dársele oxígeno al emprendedor, para luego si pedirle un apoyo más adelante cuando la situación este favorable para todos, y en líneas generales entender la magnitud del daño que se le ha hecho al país y con ello dejar de ser el hazmerreír del mundo, producto de la peor de las decisiones que ha tomado el electorado venezolano al invitar un sistema de gobierno probadamente fracasado en todas las latitudes.

Aguas abajo

Faltarán páginas para escribir todo lo que fuimos, todo lo que hemos tenido que vivir en las últimas décadas y todo el trabajo que tendremos que hacer para devolver la cordura a una población que olvidó que todo debe ser valorado con gestión, que el esfuerzo individual es clave para llevarlo al colectivo y que en líneas generales la competitividad hará que seamos mejores profesionales y seres humanos, creando una sociedad más robusta y con ello ir en vías de convertirnos en todo lo que hemos soñado por años y que ilusamente creemos que lo merecemos solo por obra y gracia divina, cuando lo cierto es que hemos demostrado sistemáticamente que merecemos cada uno de los padecimientos que estamos viviendo, dado que no hemos  dejado de ver al facilismo, la corrupción y el desdén como  las razones por las cuales estamos aquí  y delas que pareciésemos rehusados a desahuciar de una vez por todas.

Ciertamente, muchas personas son de la tesis que invita a que el cambio sea individual, esto lo llevará a la familia, al colegio, a la universidad, a la comunidad, a la ciudad y eventualmente al país; no obstante, el hecho de que el Estado propicie condiciones mínimas para lograrlo, será pieza fundamental de esa reconstrucción que tarde o temprano llegará, partiendo del hecho de que es insostenible seguir consumiendo nuestros días en desgracias y no terminar de ver la luz del túnel que nos llevará a mejores lugares dentro de nuestras fronteras y no en las de nuestros vecinos. Hasta la próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/

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